El 24 de mayo ya con permiso de trabajo en mano, empacamos un sinfín de sueños, artesanía y papalotzis deseosas de emprender el vuelo hacia tierras desconocidas. La maleta repleta de libros, revistas, libretas las ruedas con mucho esfuerzo rodaban por la central del norte rumbo a Tezontepec.

Nos instalamos en el hotel. Luego nos llevaron a un recorrido mágico por el andador místico que era custodiado por hermosos robles, guerreros pirules, los gigantes o eucaliptos que imperiosos nos vigilaban con sus múltiples ojos. Los sauces danzaban al ritmo de las lavanderas por un momento la nostalgia se estacionó en mis ojos al descubrir los puentes colgantes que atravesaban el riachuelo. El silencio latía junto a las charlas y un petirrojo seguía de cerca nuestro andar, éramos Elena y María del Carmen dos carismáticas enfermeras y gracias a su amabilidad conocí más de esa gente curtida de sol y de trabajo, de sus leyendas y un poco más el corazón de Tezontepec de Aldama.

Fue muy grato conocer a esa gente de Tezontepec, tan sencilla, cortés y amable. Todos desde el taxista que nos condujo al hotel Tanis, el señor que vendía churros, la señora de la tienda y cómo no reconocer la generosidad de los maestros Alberto, Medalia y Rogelio que se preocupaban porque los alumnos y los padres de familia adquirieran una experiencia significativa con ese 5º Encuentro. Fue muy satisfactorio conocer que existen profesores que valoran y saben que sólo por medio de educación, el deporte y las bellas artes podremos ofrecer un México más seguro y digno a nuestro jóvenes, futuros profesionistas y gobernantes. La literatura nos enseña a nadar como el salmón en este tiempo tan violento.

Quiero agradecerte, Cristina, por tu labor altruista en pro de la cultura, la que fomentas en tu estado y, a la vez, rescatas el talento de los artistas y sabes potencializar sus virtudes. Tu trabajo es emotivo y permite acercar a las personas a la cultura día a día. Muchos hablan de que fomentan la cultura, ciertamente lo hacen pero nada más lo suyo, nunca en pro del otro. Hay que admitir que existe un canibalismo cultural en todos los estados y en todos los rincones del país y el extranjero, hay un egoísmo yoísta y nada más.

Pocos como tú, son los que se preocupan porque se dé una cultura digna y equitativa, donde la mayoría de artistas se ocupen un poco de lo que acontece en su entorno así como los maestros Alberto, Medalia y Rogelio que generosamente nos atendieron y además nos mostraron su corazón fértil.

A todos los que hicieron posible que trabajáramos y conviviéramos en escuelas, plazas, en el balneario El huemac donde nos recibieron con banda, y nos dieron una exquisita comida y un curado de guayaba. En Tlahuelilpan y en la escuela Telesecundaria N 24 trabajamos poemas de amor en el taller con dos grupos, donamos libros y revistas a maestros y alumnos. No se trata sólo de que te escuchen y te aplaudan sino de dejar una pequeña semilla de inquietud para viajar a otros lugares y sumergirse en latitudes desconocidas.

Un profundo agradecimiento a los estados que promueven la cultura en estas dimensiones y tienen el privilegio de tener reunidos a tantos escritores y artistas que aman lo que hacen y lo comparten de forma desinteresada. Quien ama la palabra sabe agradecer en toda la extensión de la misma. Agradezco la oportunidad hermosa Cristina que me brindaste de compartir un Encuentro mágico y me enseñaste a valorar la Palabra que sin ella no fuéramos lo que somos, te abrazo infinitamente.

Berónica Palacios Rojas

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